Diseño web

Web en construcción

Imagen: freepik

Cada vez es más frecuente la búsqueda de servicios y productos en Google, siendo una circunstancia que incrementa el valor de contar con una web atractiva y bien estructurada, que ofrezca una buena imagen de aquello que queremos dar a conocer en la red.

Es un hecho patente, que un diseño agradable repercute en una mayor confianza del usuario hacia nuestros recursos. Para conseguirlo, siempre prestamos una especial atención a la usabilidad, que comprende una serie de pautas encaminadas a facilitar la navegación, entre las que está una clara organización de los elementos, un oportuno uso de colores y tipografías -asegurando la legibilidad de éstas-, un entorno intuitivo para todo tipo de visitantes y una óptima velocidad de carga, entre otros. La adecuación a estos requisitos, siempre acaba proporcionando un resultado satisfactorio.

El primer paso que damos a la hora de trazar un diseño, es presentarle al cliente un wireframe, que es un boceto con cada uno de los componentes de la interfaz proyectada. Una vez aceptada la propuesta, trasladamos la idea a los lenguajes de marcado y programación para su representación final.

En todo el proceso contamos con la experiencia de trabajos anteriores y la valiosa información acerca de su implementación, obtenida a través de las estadísticas. Siempre que hemos renovado un diseño antiguo hemos comprobado que, al mejorarlo y acompañarlo con vistosas imágenes, aumentaban los tiempos de visita, el número de páginas vistas y el porcentaje de usuarios que regresaba a la web.

Nuestros desarrollos están adaptados para tablets y móviles, pues hoy día no cabe otra opción, dado el gran número de personas que emplean estos dispositivos. En la misma línea, cuidamos la compatibilidad con los principales navegadores (Firefox, Chrome, Edge…), ciñéndonos a las normas marcadas por el consorcio internacional W3C. Además, ofrecemos la posibilidad de ajustar un sitio a los estándares del WCAG para la accesibilidad, que está delimitada en tres niveles (A, doble A y triple A), según el grado de adecuación a usuarios con deficiencias visuales, auditivas, motrices o cognitivas, e incluyendo a otros de avanzada edad o con recursos técnicos limitados.